Antes de convertirme en madre, pensaba que los mocos que siempre cuelgan de las pequeñas naricitas de los bebés son cosa del invierno, pero ahora, y sobretodo después de llevar a mi hija a la guardería, puedo constatar que estos molestos mocos se pueden dar en cualquier estación del año y que son realmente fastidiosos para nuestros hijos.

Los mocos son una de las mejores defensas contra las infecciones, pero es verdad que no todos los mocos son iguales.

Clases de mocos.

  • Mocos claros:  Caen de forma casi continua. Son los llamados mocos de guardería y los que acompañan a nuestros hijos meses y meses. Si estos mocos van a más, cambian en espesor y de color y se convierten en amarillos o verdes.
  • Mocos verdes: Los mocos verdes salen cuando hay infección, normalmente cuando ésta ya está desapareciendo.

Qué hacer.

Nunca hay que suministrar ningún tipo de medicamento si no hemos consultado con nuestro pediatra. Es cierto que con el tiempo nos volvemos grandes expertas en pediatría y somos nosotras quienes nombramos directamente los medicamentos sabiendo que serán esos mismos los que nos van a prescribir pero lo mejor es consultar. Supongo que a todas nosotras nos suenan el Romilar o el Bisolmed

En muchas ocasiones no son más que los llamados » mocos de guardería» y en pocos días éstos desaparecen.

  • Aspiradores nasales y suero fisiológico.

Una gran solución, sobretodo por la noche, es hacer uso de los aspiradores nasales, que son bastante sencillos de utilizar pero muy molestos para los bebés. Hay niños que se dejan pero otros huyen al ver ese aparato.

El suero fisiológico es rápido y también proporciona alivio. Pones a tu hijo de lado y le aplicas un buen chorro por vía nasal tapando el otro orifico, inmediatamente lo incorporas y repites la operación en el otro orificio. A mi hija tampoco le gusta pero le calma.

Por desgracia, en ocasiones esta mucosidad sí que afecta negativamente y provoca no solo malestar sino también dolor, como por ejemplo una otitis. En estos casos vuestro pediatra os recetará seguramente un antibiótico, el cual deberéis administrar los días exactos que se os haya indicado, y ya veréis como vuestro hijo encontrará alivio.

Los mocos y las otitis suelen formar parte de la vida de los bebés y de los padres durante bastante tiempo así que es mejor conocer los tipos para aliviar en medida de lo posible a nuestro hijo, aunque, lo que más a mano debemos tener siempre es un buen pañuelo de papel y armarnos de paciencia para que nuestros hijos se dejen sonar.